Como alcalde de Alcantarilla, el quinto municipio de la Región de Murcia, considero que el plan de desescalada que ha presentado el Presidente del Gobierno genera mucha incertidumbre y va a crear inseguridad en la población y las administraciones que gestionamos esta situación. Si la vigilancia y seguimiento de las medidas adoptadas hasta ahora ha supuesto un esfuerzo extraordinario por parte de los servicios que prestan sus servicios en los municipios, la indefinición en los criterios de las medidas que se proponen, mucho me temo, va a suponer una nueva carga para los ayuntamientos y una difícil interpretación de las medidas que dificultarán su cumplimiento.
Por otro lado, las dudas sobre la visión que va a tener el Gobierno de España sobre la situación de cada territorio, y su desconocimiento de los riesgos reales, como ha demostrado durante todas estas semanas por los cambios en sus decisiones, nos llevan a una enorme incertidumbre sobre qué territorios estarán en cada fase, ya que desconocemos la utilización que hará el Gobierno de los indicadores que van a marcar las fases de la desescalada.
Tampoco sabemos el coste que vamos a tener que asumir los Ayuntamientos y si vamos a contar con algún tipo de indicaciones claras de actuación y protocolos de seguridad para informar a nuestra población.
Los ciudadanos están confusos porque no saben en qué momento podrán hacer cada cosa y porque no sabemos cuándo finalizará el estado de alarma.
Alcantarilla es un municipio con un gran número de pequeñas empresas y comercios y estamos realmente preocupados por su futuro, porque el Gobierno no termina de hacer efectivas las ayudas económicas y sociales para que estos pequeños empresarios, propietarios de comercios, bares, etc, sepan con qué medios cuentan para iniciar la desescalada.
Necesitamos un calendario de actuaciones serio y concreto, y soluciones para todas aquellas familias, que son muchas, que tienen a todos sus miembros en el paro.