El citado día, sobre las 19 horas, los padres de un bebé de quince meses se personaron en las dependencias de la Policía Local de Alcantarilla, seriamente preocupados porque su hijo respiraba con mucha dificultad. Preguntaban por el médico de la UME, que no se encontraba en las instalaciones. Manifestaron que le habían estado practicando la maniobra de Heinlich, pero que no conseguían normalizar su respiración. Ante la gravedad de la situación del niño, el Cabo Beltrán lo cogió y comprobó sus constantes vitales, no pudiendo encontrarle pulso ni oir los latidos de su corazón. El bebé permanecía semiinconsciente, inerte, con los ojos abiertos y la mirada perdida, por lo que decidió inmediatamente trasladarlo en un vehículo hasta el centro de salud, adoptando las debidas precauciones. Durante el trayecto, al ver que el niño no reaccionaba y que apenas respiraba, decidió volverle a realizar la maniobra de Heinlich, lo que hizo que el pequeño dejara de emitir el leve ronquido que indicaba su dificultad respiratoria. Seguidamente lo colocó sobre sus piernas para ir controlando sus constantes vitales, por lo que pudo apreciar que aunque seguía respirando mal, el ritmo cardiaco era alto. Decidió girar su cuerpo hacia la derecha mientras le practicaba un masaje cardio-pulmonar para facilitarle la respiración hasta llegar a Urgencias del Centro de Salud Centro donde los facultativos se hicieron cargo de él. Tras una primera exploración, el médico de urgencias ordenó su traslado en ambulancia al Hospital Virgen de la Arrixaca.
No cabe la menor duda de que la intervención del Cabo Juan Antonio Hernández Beltrán fue decisiva para que el bebé pudiera llegar con vida hasta el recinto sanitario.
Todos los grupos de la Corporación se congratularon por tan brillante maniobra, que había salvado la vida de un niño tan pequeño.
La entrega de la medalla se hará efectiva durante la celebración de los actos del Patrón de la Policía Local, Beato Andrés Hibernón.